Al diseñar un proyecto de arquitectura e iniciar el proceso constructivo, muchos son los puntos que se deben considerar para garantizar su calidad y una buena relación entre los costos y los beneficios. Entre los puntos clave ponderados, la técnica constructiva es en la mayoría de los casos el primer ítem a ser evaluado, con el fin de materializar correctamente el diseño propuesto y lograr la mayor eficiencia en cuanto a tiempos, presupuesto, mano de obra, acabados y calidad final.
El sector de la construcción civil es responsable de una enorme producción de residuos. De acuerdo con el economista y master en tecnología ambiental Elcio Carelli, el 60% del total de residuos producidos en las ciudades brasileñas tiene su origen en la construcción civil [1], y según Diana Scillag, directora del Consejo Brasileño de Construcción Sostenible (CBCS), sólo del 20% al 50% de los bienes naturales son realmente consumidos por el sector, mientras que los valores en residuos generados doblan este número si se compara a los residuos sólidos urbanos [2].
Además del desperdicio de recursos, los sistemas constructivos tradicionales, como la albañilería y el concreto, demandan una mayor cantidad de tiempo si se comparan con otros sistemas industrializados y prefabricados. Pensar alternativas capaces de adaptarse a los diferentes territorios –junto a un costo-beneficio equivalente y a la rapidez en el proceso constructivo– se ha vuelto una prioridad entre arquitectos y constructores.
La combinación de materiales prefabricados en un sistema de montaje, eliminando el uso de cemento, permite concretar la construcción de una obra en un corto período de tiempo. Dentro de ese conjunto, existen dos modelos principales –Steel Frame y Timber Frame–, diferenciándose únicamente por la materia prima utilizada en la producción de los perfiles (frames). El primero utiliza perfiles de acero mientras que el segundo incorpora elementos estructurales en madera.
En estos sistemas, armazones constituidos por perfiles de acero o madera construyen marcos de peso ligero, que tienen la función estructural de levantar los elementos que constituyen los espacios, como los muros. Al contrario a lo que sucede con los bloques cerámicos o de concreto, los marcos son cerrados exteriormente por placas cementicias, e interiormente por placas de yeso, los cuales posteriormente reciben otros revestimientos (pintura, papel mural, etc.). Internamente, en beneficio del tratamiento térmico-acústico, membranas especiales son estratégicamente puestas entre las capas del "sándwich".
El sistema Steel Frame, difundido mayormente en los países europeos, se encuentra previamente diseñado y calculado estructuralmente para producir industrialmente los periles y la uniones que luego serán acopladas y atornilladas según las dimensiones y los espaciamientos adecuados. Es importante resaltar que de acuerdo con la región en la que se encuentra la obra, el acero adoptado sufre variaciones en espesor y tipo, derivado de las áreas (costera, rural, urbana). Normalmente los montantes tienen espaciamientos máximos en eje de cerca de 600mm y en el caso de las paredes hidráulicas, de alrededor de 400mm [3]. En cubiertas, la estructura metálica recibe comúnmente tejas onduladas o de fibrocemento. Debido al espaciamiento modular regulado entre los montantes, las aberturas (puertas y ventanas) deben estar estratégicamente dispuestas y pensadas junto al desarrollo técnico del proyecto.
Como una obra rápida y limpia, este sistema presenta ventajas notorias. Se destaca su versatilidad, pudiendo ser aplicado en el cierre de edificios de hasta cuatro niveles y en proyectos comerciales. Otro punto importante es la posibilidad de reciclado del acero.
El sistema Timber Frame es muy utilizado en el territorio americano. Con un bajo consumo de energía durante su procesamiento, proveniente de fuentes renovables y con una alta resistencia a las cargas, se realizan cálculos estructurales para encontrar las correctas dimensiones de los perfiles de madera y posicionarlos para formar una escuadra. Posteriormente, placas de madera OSB en conjunto a otras dos capas –una placa cementicia y otra de revestimiento– conforman el muro. Internamente, se incluyen membranas para reforzar su aislamiento térmico y acústico.
En los perfiles, igual que en el caso anterior, una serie de perforaciones estratégicas se disponen para permitir el paso de los conductos de las instalaciones eléctricas. Es importante destacar que este sistema es tan resistente como los muros de albañilería y tiene una durabilidad de unos 100 años.
Por último, debemos tener en cuenta que cada vez más las ciudades tendrán que suplir necesidades constructivas desarrollando técnicas capaces de unir la calidad y la sostenibilidad, la eficiencia económica y la producción en masa. Los sistemas constructivos en seco (Steel frame y Timber Frame) son ejemplos de modelos capaces de actuar en la consolidación de estos puntos y de permitir beneficios en comparación a los sistemas tradicionales.
Notas
[1] CARELLI in Aecweb.
[2] SCILLAG in Aecweb.
[3] DA SILVA, 2013.
Referencias Bibliográficas
DA SILVA, Fernanda Benigno. Sistema construtivo a seco - Light Steel Frame. Disponível em: < http://techne17.pini.com.br/engenharia-civil/195/sistema-construtivo-a-seco-light-steel-frame-294078-1.aspx>. Acesso em 03 Mar 2018.
Os verdadeiros impactos da construção civil. Disponível em: https://www.aecweb.com.br/cont/n/os-verdadeiros-impactos-da-construcao-civil_2206. Acesso em 03 Mar 2018.